Harry Bertoia fue un escultor, grabador y diseñador de joyas y muebles estadounidense de origen italiano. Su mente genial y su imaginación sin límites han creado obras maestras inolvidables y notables que siguen siendo populares hasta nuestros días. Se trasladó a Estados Unidos con su hermano a la edad de 15 años y adquirió la habilidad de la joyería artesanal en la Cass Technical High School. En 1937, Bertoia recibió una beca para la Cranbrook Academy of Art de Bloomfield Hills, Michigan, donde estudió hasta 1943. Fue durante esta época cuando conoció y trabajó con los diseñadores Charles y Ray Eames, pero no recibió de ellos ningún reconocimiento por sus aportaciones, así que lo dejó y pasó a formar parte de Knoll Associates en 1950. Fue en su propio taller de metal, en un rincón de las instalaciones de producción de Knoll, donde concibió la siempre famosa silla Diamond. Además, diseñó más de 50 esculturas públicas y creó las esculturas sonoras Sonambient. De las joyas biomórficas a las fuentes de 4 toneladas, de las sillas infantiles a la chaise asimétrica, de las varas cantoras a los estruendosos gongs de 10, de los gráficos de campos de color a los monográficos en capas, una serie de muebles antes de morir a los 63 años de cáncer de pulmón.